Úlceras por presión
Unificar las actuaciones para la prevención de ulceras por presión, facilita la labor de los profesionales vinculados a los centros geriátricos Es un desafío para todo del personal asistencial tanto gerontólogos, auxiliares de clínica o enfermero/as, con la mirada siempre puesta en reducir la incidencia de úlceras por presión y aumentar la calidad de vida de las personas mayores.
ACTUACIONES
– Identificar a las personas de riesgo
– Identificar los factores de riesgo y priorizar la actuación
– Realizar cambios posturales: cada dos horas en personas encamadas y cada hora si están en sedestación. No arrastrarlas
– Mantener la higiene corporal a diario: agua tibia, jabón ph neutro, correcto secado, crema hidratante
– Controlar la incontinencia urinaria y fecal
– Utilizar dispositivos que disminuyan la presión (almohada, espuma, patucos, colchón antiúlceras…)
– Hidratar adecuadamente
– Aportar las necesidades nutricionales necesarias (calorías, proteínas, fibra, vitaminas)
– Controlar los procesos crónicos existentes, tanto físicos como psíquicos
– Revisar los fármacos que utiliza
– Hacer movilizaciones de forma activa o pasiva varias veces al día aprovechando los cambios posturales. No forzar ni la musculatura ni las articulaciones
– Utilizar ayudas técnicas para mejorar la movilización
– Realizar ejercicios de mantenimiento (musculares, abdominales, respiratorios)
– Tratar las úlceras por presión existentes:
• Limpiar con suero fisiológico
• Desbridamiento si material necrótico
• Curas con diferentes apósitos, dependiendo del grado de úlcera
• Cirugía en estadios III-IV, según el caso
• Tratar dolor, si lo hubiere
– Soporte emocional al paciente y la familia
– Educación sanitaria, tanto al familiar, cuidadores como a la persona mayor cuando la situación lo permita
Fuente: Guía de actuación en las personas mayores en Atención Primaria. Gobierno de Canarias. Consejería de sanidad y consumo.