Beneficios de las acciones voluntarias sobre las personas mayores
Al hablar de voluntariado, son claros tres ámbitos sobre los que aporta beneficios evidentes y contrastados por evidencia: las personas hacia las que se dirigen las acciones, el entorno comunitario y las propias personas voluntarias.
Si bien este apartado se centra en las personas mayores voluntarias, no se puede dejar de mencionar los efectos del voluntariado en los otros dos ámbitos:
– El beneficio que reciben las personas destinatarias de las actividades es indiscutible, y tiene una doble vertiente: se generan beneficios directos derivados de los objetivos propios de las acciones llevadas a cabo (adquisición de nuevas habilidades y/o conocimientos, entretenimiento, cuidados, recursos, etc.); y los beneficios indirectos ligados a toda acción voluntaria (aumento de las relaciones sociales, consideración de otros puntos de vista y enriquecimiento cultural, ruptura con la rutina, etc.).
– En relación con el entorno comunitario, se ha observado que el voluntariado ha aportado un aumento de la cohesión social y un fortalecimiento de las redes sociales disponibles, así como la creación de nuevas redes que tratan de solucionar nuevos problemas que se van detectando dentro del contexto de la comunidad.
BENEFICIOS A LAS PERSONAS VOLUNTARIAS
En cuanto a las personas voluntarias, se ha señalado un amplio abanico de beneficios que el desarrollo del papel de voluntario les aporta. En concreto destacan tres que sobresalen por contar con suficiente evidencia empírica:
– Aumento en la cantidad y calidad de sus relaciones sociales.
– Desarrollo de un sentido de «propósito» en la vida, y una mayor autoestima.
– Mejora del bienestar y el estado de ánimo, así como de la satisfacción con la propia vida.
BENEFICIOS DEL VOLUNTARIADO EN LAS PERSONAS MAYORES
Junto a estos beneficios, la literatura existente sobre el tema también describe un nutrido listado de beneficios psicológicos, físicos y sociales que aporta la labor del voluntariado en las personas mayores, como son:
– Aumento de los sentimientos de valía personal y de utilidad.
– Desarrollo de las habilidades propias.
– Puesta en práctica de lo aprendido a lo largo de la vida.
– Adquisición de habilidades para enfrentarse a los problemas y resolverlos.
– Favorecimiento de un proceso de autoconocimiento.
– Facilitación de una vía para explorar los propios intereses.
– Provisión de un medio que permite escapar de la rutina diaria.
– Aumento del reconocimiento del entorno.
– Reducción de las limitaciones funcionales.
– Aumento de la movilidad.
– Acceso al apoyo mutuo y a relaciones de reciprocidad.
– (Re)integración en la comunidad.
– Apertura y conocimiento del mundo y de la propia comunidad.
– Adquisición de una nueva perspectiva sobre el entorno y las cosas insertas en él.
– Reducción de los sentimientos de soledad, aislamiento y depresión.
Fuente: Personas mayores y voluntariado. El proyecto “Acciones locales”. Obra Social “La Caixa”.