Un uso correcto de la información y la imagen de las personas mayores
Recomendaciones sobre el tratamiento de la información y la imagen de las personas mayores:
– Las personas mayores son diversas: Forman un grupo de población muy heterogéneo. Las personas mayores son muy variadas y, sin embargo, se las considera a todas iguales y con una imagen generalmente negativa. Una persona con 60, 70 u 80 años (o mucho más) puede llevar una vida plena y activa, teniendo mucho que aportar laboral y socialmente. Es una realidad muy distinta a la de una persona con dependencia física, deterioro cognitivo o enfermedad, independientemente de su edad. Es necesario atender a la diversidad, se deben construir representaciones del envejecimiento y la vejez desde la diversidad y mostrar la edad real, sin prejuicios contra la vejez.
– Tienen derecho a dar su opinión: Se debe consultar sobre sus necesidades, sus gustos o sus reivindicaciones, evitando hablar en su nombre sin conocer exactamente lo que opinan o quieren.
– Fuente de mensajes positivos y realistas: Las informaciones sobre las personas mayores son muy a menudo negativas y sensacionalistas: problemas de salud, fragilidad, soledad… Según los estereotipos y prejuicios asociados a este grupo de edad, “son un gasto y, además, ya no aportan…”, cuando la realidad es bien distinta. Son puntales de sus familias, son motor de una economía, practican deporte… Dar un discurso real ayuda a su empoderamiento.
– Utilizar los términos adecuados: no son viejecitos/as, el lenguaje nunca es neutro: El lenguaje tiene una influencia determinante en conductas y creencias sociales. Es importante la comunicación de estas informaciones con los términos adecuados, reales y no estereotipados. Por ejemplo, es más positivo el término Personas Mayores. No son recomendables los términos ancianos/as, viejos/as o abuelos/as y mucho menos sus diminutivos (ancianitos/as, viejecitos/as o abuelitos/as).
– Utilizar términos adecuados: No son asilos: Se deben utilizar términos adecuados para hablar de su diversa realidad según el lugar en el que viven. El término asilo o geriátrico está obsoleto, se debe utilizar centro residencial o residencia.
– Mostrar imágenes reales, objetivas, diversas, positivas, alegres (o al menos neutras): En los medios de comunicación se utilizan frecuentemente imágenes tristes, dramáticas, de enfermedades o de dependencia que pueden resultar ilustrativas de algunas realidades de este colectivo pero que no representan a la mayoría del colectivo. Se debe priorizar el uso de imágenes alegres, positivas, que reflejen actividades variadas y cotidianas de personas muy activas son más convenientes y se ajustan mejor a la realidad que viven las personas mayores.
– Resaltar la economía plateada: Las personas mayores son actores decisivos de la economía general. Son un motor activo y positivo para toda la sociedad. No se les puede considerar una clase pasiva, uno de los estereotipos más dañinos que afectan a su dimensión económica y productiva.
– Dar espacio a sus reivindicaciones: Las personas mayores quieren ser tratadas como personas adultas, responsables, conscientes de sus propios actos, no como menores o dependientes. Tienen sus propias reivindicaciones y quieren comunicarlas como ha sido evidente en los últimos años, con una presencia sociopolítica cada vez mayor. Conviene recordar que han construido la sociedad en la que vivimos y son ciudadanos de pleno derecho.
Fuente: Guía de la SEGG para los medios de comunicación sobre el tratamiento de la información y la imagen de las personas mayores y el envejecimiento.