Distribución de los alimentos
La persona con alzhéimer requiere su tiempo para poder comer de forma adecuada, por lo que debemos evitar las prisas para poder ayudarle en cada comida. Si hacemos varias pequeñas comidas al día (unas cinco), podremos garantizar de forma más fácil que ingiera todos los nutrientes necesarios. Esos nutrientes les proporcionan la energía necesaria para que su cuerpo pueda funcionar correctamente. Podemos distinguir entre macro y micronutrientes.
En nutrición, los macronutrientes son aquellos nutrientes que suministran la mayor parte de la energía metabólica del organismo. Los principales son azucares, proteínas, y lípidos o grasas. Se diferencian de los micronutrientes, que son las vitaminas y minerales, en que estos son necesarios en pequeñas cantidades para mantener la salud, pero no para producir energía. Entre el 50-60% de la energía se aporta en hidratos de carbono, entre el 10-15% en proteínas y un 30-35% en grasas.
Recomendaciones para la mesa:
– Equípese de vajilla irrompible. Existen platos con ventosas para fijarlos en la mesa que impiden que se vuelquen.
– Utilice el mantel de plástico y que los platos sean de distinto color para que los distinga. Procurar que los platos sean más grandes que las porciones de alimentos.
– Colocar en la mesa sólo lo imprescindible.
– Póngale los platos de manera sucesiva, nunca juntos. Use platos individuales, nada de raciones para compartir.
– No coloque todos los cubiertos, ofrezca el cubierto adecuado a cada plato.
Recomendaciones durante la comida:
– Organice las comidas lo más rutinariamente posible. Hágale comer siempre a la misma hora y en el mismo sitio.
– Procure un ambiente de calma, no fuerce. Trate de persuadirle cariñosamente y tenga en cuenta sus gustos anteriores.
– Deje que use los dedos para comer si no maneja los cubiertos. Es preferible que la persona lo haga por sí misma todo lo que pueda.
– Corte las cosas en trozos pequeños e incluya purés o triturados de forma progresiva si comienzan a aparecer dificultades para masticar o tragar.
– Vigile lo que beba durante el día. No llene el vaso hasta el borde. Si tiene miedo a beber, puede ser útil darle una bebida con biberón o usar vasos adaptados.
– Si el enfermo no abre la boca, se le puede tocar la barbilla o la mandíbula suavemente, o ponerle líquido o comida en la boca para recordarle el acto que tiene que hacer, y si tiene problemas de masticar, se le pueden hacer demostraciones, imitando el gesto.
Fuente: Alimentación sana en la enfermedad de Alzheimer. Dr. Juan Ignacio Ramos-Clemente Romero. Nutricia Avanced Medical Nutrition.