Los protocolos asistenciales en Residencias de Personas mayores
¿QUÉ PROTOCOLIZAR? | |
Lo que es fundamental en la atención | Lo que significa riesgos |
Lo que se repite y es complejo | Lo que se repite y es costoso |
Lo que requiere una actuación rápida | Lo que exige la Norma |
Lo que nos permite mejorar | Lo que genera desacuerdos |
Cuando hablamos de protocolización, nos referimos a estructurar las acciones a realizar de una forma clara y común basándonos en la experiencia acumulada, de aquellas actividades que suponen las principales acciones que realizamos con los usuarios en la atención asistencial.
Mediante los protocolos asistenciales se establecen los pasos a seguir para alcanzar una correcta asistencia del residente, de forma que cada profesional sepa cómo actuar en todo momento.
Los protocolos sirven de pauta de trabajo, indican como se ha de hacer cada cosa y en qué orden, a fin de conseguir prácticas adecuadas. Definimos como protocolo, «a una estructuración ordenada sobre un tema específico que permite definir una pauta de actuación unificada, consensuada entre los profesionales que van a utilizarla, sencilla metodológicamente, eficiente y que crea un formato de registro de datos que permite evaluar su aplicación y resultados, con objeto de mejorar la calidad de la asistencia».
Los protocolos deben constar, para ser eficientes y cumplir los objetivos de unos componentes básicos:
– Introducción: Concretar el tema del que hablamos y por qué lo hablamos.
– Objetivo: Explicar cuál es la finalidad del protocolo y qué pretendemos conseguir con su aplicación.
– Población a quien va dirigido: Hay que concretar a quién se dirige.
– Profesionales implicados: Definir qué profesionales actuarán en este protocolo y cuáles serán sus principales actuaciones.
– Descripción del procedimiento: Hacer constar de forma explícita cuáles son las actuaciones que se van a realizar, qué profesional es responsable de éstas en cada etapa del proceso y en qué momento y con qué medios se van aplicar.
– Normas técnicas: Son criterios de correcta atención específicamente definidos para cada protocolo, de cuya relevancia y efectividad existe evidencia o consenso científico, por lo que su cumplimiento permite asegurar la correcta prestación del servicio.
– Registros: Indican en qué registros se anotarán las actividades dadas a término, especificando qué se registrará, como y las incidencias producidas.
– Elaboración y vigencia: Se hará constar la fecha de realización, profesionales que han colaborado y vigencia del protocolo.
– Fecha de revisión: La revisión se llevará a cabo en la fecha prevista o antes si se cree conveniente.
– Bibliografía y documentación manejada.
Fuente: Protocolos Asistenciales en residencias de Mayores. Comunidad de Madrid.