Preingreso en un centro residencial
El centro residencial llegará a ser el hogar de la persona usuaria, con la funciones de asistencia, seguridad, relación, pertenencia e intimidad que ello supone, al tiempo que le proporciona el mayor bienestar y calidad de vida posible.
Esto implica que, la persona usuaria interiorice e integre el modo de vida del centro como propio, lo que dependerá de la forma en la que se vayan dando los pasos iniciales de la relación entre el personal del centro y la nueva persona usuaria.
El preingreso, es el momento de tomar o reafirmar la decisión de ingresar en la residencia, por lo que es necesario facilitar toda la información necesaria al usuario y/o familia.
Son tres los objetivos que se persiguen en esta fase:
a) Posibilitar un conocimiento mutuo entre las partes, persona usuaria, familiares y residencia.
b) Favorecer la toma de decisión para que el ingreso sea vivido de forma menos traumática, con menor impacto emocional.
c) Permitir la planificación del día de ingreso.
Es imprescindible, que la residencia cuente con un protocolo en el que se recojan cronológicamente las actuaciones que conforman la fase de preingreso, así como el modo de realizarlas y los indicadores de cumplimiento y efectividad del mismo para garantizar una atención de calidad.
Las actuaciones a llevar a cabo en la fase de preingreso, son las siguientes:
– Contacto inicial de la residencia con la persona que va a ingresar.
– Contacto personal mediante cita previa en domicilio o/y residencia.
– Planificación del ingreso.
Fuente: Manual de buenas prácticas en residencias. Diputación Foral de Bizkaia.