Problemas oculares en personas mayores
El ojo seco es una alteración que se produce en la superficie de la córnea y la conjuntiva por falta de lágrima o porque ésta es de mala calidad. Como consecuencia, la superficie del ojo no está bien lubricada, lo que puede dar origen a molestias oculares, problemas visuales y lesiones en la córnea y la conjuntiva.
La causa más común es la edad, ya que, con el envejecimiento se atrofian las células que generan la lágrima de manera constante. Sin embargo, el ojo seco también puede estar vinculado a otros factores, como cambios hormonales en las mujeres; factores ambientales (viento, aires acondicionados, calefacciones, etc.); lectura prolongada, ya que se reduce el parpadeo; algunas enfermedades sistémicas (síndrome de Sjögren, artritis reumatoide, lupus eritematoso, etc.); el uso de lentes de contacto; algunos procedimientos quirúrgicos oftalmológicos y enfermedades de la superficie ocular, como conjuntivitis vírica severa.
Debido a las graves consecuencias que puede acarrear el ojo seco severo (queratitis, cicatrices, pérdida de la visión, úlceras de córnea), se recomienda realizar periódicamente controles oftalmológicos. La detección y tratamiento precoces resultan esenciales para la mejora y prevención del daño ocular.
La primera medida preventiva es evitar los factores ambientales que pueden favorecer el ojo seco (no orientar ventiladores hacia la cara, ni conducir con las ventanillas abiertas, usar gafas de sol en el exterior, combatir la sequedad ambiental con humidificadores, evitar el contacto con el humo del tabaco y con productos disolventes, etc.). Forzar el parpadeo varias veces al día y limpiar las glándulas lagrimales a menudo con una toallita o un disco de algodón también puede ayudar.
Cuando no se puede tratar directamente la causa del ojo seco, se recomienda el uso de lágrimas artificiales y pomadas lubricantes para controlar la sequedad e irritación. También existe la opción de preservar las lágrimas mediante el bloqueo de los conductos lagrimales, insertando un minúsculo tapón que evita el drenaje rápido de las lágrimas y permite conservar la hidratación ocular.
Fuente: Edad y Visión. Guía de prevención de la salud ocular en la madurez. Fundación IMO.