Los protocolos en las Residencias de Personas Mayores
Hasta hace poco proporcionar los servicios de alojamiento y manutención al usuario era el objetivo fundamental de las residencias de personas mayores, pero el desarrollo de nuevos centros, la reducción de las diferencias en equipamientos y tecnologías de un mismo entorno y el aumento de la expectativa social, han provocado que la mayor variabilidad entre éstos se encuentre en la forma en que cada centro planifica y organiza la atención a sus usuarios y, en cómo gestionan los elementos que condicionan la calidad percibida por el usuario.
El concepto de Mejora Continua obliga a las residencias de personas mayores a poner en el centro de su atención al usuario, siendo éste el eje sobre el que asentar la organización y todas sus operaciones.
Las actividades asistenciales realizadas diariamente en una residencia por los profesionales de atención con sus usuarios tienen, como mínimo, cuatro aspectos fundamentales:
■ Atención en las actividades básicas de la vida diaria. Los profesionales proporcionan todos los cuidados que el usuario no puede proporcionarse a sí mismo.
■ Gestión de problemas de atención. El profesional recoge e interpreta los datos que pone de manifiesto el usuario, le interroga acerca de otros datos que considera necesarios… y, finalmente, decide la causa del problema que presenta el usuario y la conducta a seguir en el cuidado que le parece más apropiada.
■ Actividades preventivas. Implican la prevención de la enfermedad, prevención y reducción de la dependencia, promoción de la salud y la autonomía, mediante la educación sanitaria destinada a que los pacientes conozcan y sean conscientes de los principales factores de riesgo que podrían afectar a su salud.
■ Seguimiento y control de Síndromes Geriátricos y enfermedades crónicas. Prevenir y controlar el desarrollo de complicaciones en las que una intervención precoz podría mejorar los resultados, son algunas de las funciones principales de los profesionales de atención en residencias de mayores.
Todos estos aspectos implican una serie de decisiones asistenciales que los profesionales de atención deben tomar diariamente. Estas decisiones pueden ser distintas dependiendo del profesional que la tome, y esta diferencia en la conducta a seguir se convierte en uno de los problemas más serios que aparece en la atención de mayores. Por ello, dentro de un plan de mejora de la actividad asistencial de cualquier organización dedicada a la atención a las personas mayores y como un elemento importante en el objetivo de armonizar la atención proporcionada a los usuarios, debe realizarse la protocolización de las principales actividades de la atención diaria facilitada y de todos aquellos problemas geriátricos que les afecten en mayor medida.
También es importante protocolizar aquellos aspectos de la atención que por su importancia en la gestión, por su significación social o por su trascendencia legal, aconseja que la decisión a tomar en cada caso no esté solo sujeta a la variabilidad de las decisiones individuales de los profesionales.
Fuente: Protocolos Asistenciales en residencias de Mayores. Comunidad de Madrid.