Alteraciones de conducta en personas con demencia
En ocasiones, las personas con demencia pueden enfadarse e incluso volverse agresivas. Esto constituye una de las situaciones más difíciles de afrontar para sus cuidadores. ¿Qué podemos hacer ante una alteración de conducta?
1. Identifica qué ha ocurrido antes. Es importante saber qué ha ocurrido justo antes de la alteración de conducta para poder identificar el motivo que ha generado la agresividad y/o enfado.
2. No te enfrentes a la persona con demencia. Aunque no estés de acuerdo con lo que dice o tenga una idea que no es real, no intentes razonar con ella.
3. Respeta los espacios personales. Intenta tener siempre un espacio disponible donde se pueda conducir a la persona con demencia cuando esté alterada (su dormitorio, otra habitación, el jardín, la terraza…) y deja tiempo para que se calme.
4. Evita un lenguaje verbal o corporal amenazante y respeta su espacio físico. En situaciones tensas, muévete con lentitud y evita realizar gestos que reflejen tensión (cerrar los puños, cruzar los brazos…). Toma precauciones hasta que se haya calmado (por ejemplo, guarda una distancia física).
5. Cambia de tema de conversación. Redirige el pensamiento y la atención de la persona con demencia hacia un tema que le guste y sobre el que pueda interactuar sin dificultad.
6. No fuerces situaciones. Si la persona con demencia se altera ante la realización de una acción (por ejemplo, la ducha) no le obligues en ese momento, redirige su atención hacia una actividad placentera e inténtalo de nuevo más tarde.
7. Usa la música. Identifica las canciones que le gustan a la persona con demencia y le hacen sonreír y pónselas cuando se presente un episodio de agresividad.
8. Usa materiales suaves. Ten a tu disposición un objeto de tacto suave (por ejemplo, una manta, un cojín o un peluche) que le permita a la persona con demencia tocarlo y sentir calma o tranquilidad. Sería preferible si el objeto se puede calentar un poco.
9. Cremas y masajes. Cuando veas que se está alterando intenta darle un masaje en los brazos, las piernas u otra parte del cuerpo que sepas que le relaja. Si te rechaza, no continúes con la actividad.
10. Olores familiares Se recomienda que tanto la persona con demencia como su cuidador usen olores suaves y agradables, a ser preferible que sean familiares para la persona con demencia.
Fuente: Fundación Intras. Guía de apoyo al cuidado de personas mayores con deterioro cognitivo durante el confinamiento por COVID-19.