Técnicas de evaluación neuropsicológica
La evaluación neuropsicológica es un proceso que pretende determinar el estado cognitivo y afectivo-conductual de un sujeto, empleando como instrumentos para ello, los modelos teóricos, test, entrevistas, cuestionarios y escalas, que provienen de diferentes áreas de la psicología y neuropsicología.
La evaluación neuropsicológica puede ser realizada tanto a sujetos que padecen una enfermedad o un daño neurológico, como a personas que padecen algún trastorno o patología psiquiátrica. En el ingreso de este tipo de pacientes en un centro residencial, el neuropsicólogo procede a realizar una valoración estandarizada del estado cognitivo-afectivo-conductual del sujeto que, junto con la valoración médica y funcional, determinará el estadio de la enfermedad en el que se encuentra. Esta valoración incluye la exploración de capacidades o funciones cognitivas (atención, memoria, lenguaje, praxis, gnosias, función ejecutiva…), del nivel de autonomía del sujeto en vida cotidiana (actividades básicas, instrumentales y avanzadas) y en ocasiones, la valoración de posibles cambios afectivos, conductuales y de personalidad secundarios a patología neurológica.
Los instrumentos de evaluación también se utilizan en la valoración periódica de seguimiento de los usuarios que se recomienda hacer cada seis meses.
GENERALIDADES
1. En la evaluación neuropsicológica debe existir una integración de los aspectos cuantitativos (resultados y puntuaciones en las pruebas) y los cualitativos (proceso de ejecución y conducta), para una correcta interpretación de los datos resultantes.
2. Variables como las demográficas (edad, años de escolarización, nivel cultural, lengua materna, dominancia manual) , déficits sensoriales y motores, estado de salud concreto del paciente, motivación, fatiga, distractibilidad, tratamientos farmacológicos, ansiedad, depresión, falta de tolerancia a la frustración, alteración conductual y en algunos casos, posibles ganancias secundarias, o ambiente o contexto inadecuados, son factores, pueden influir en la realización y resultados de las pruebas , debiéndose tener en cuenta.
3. Para la evaluación neuropsicológica es importante disponer de buenos instrumentos de medición (sensibilidad, especificidad, fiabilidad, validez…), así como datos normativos de referencia sobre los mismos; estos últimos, permiten una correcta comparación del rendimiento del sujeto en las pruebas, con el rendimiento de individuos de características demográficas similares, de cara a una discriminación posterior entre situaciones normales y patológicas.
4. Los datos de la evaluación neuropsicológica deben integrarse con los obtenidos en la historia clínica, evaluación neurológica, evaluación neuropsiquiátrica, pruebas complementarias y datos de observación de conducta; todo ello, dentro en una aproximación global y de conjunto, para llegar un diagnóstico más preciso y plantear una intervención o tratamiento posterior más adecuado.
OBJETIVOS
1. Contribución a la descripción y conocimiento del estado cognitivo de un sujeto concreto, determinando la existencia o no de deterioro mental.
2. Contribución a la caracterización del perfil cognitivo, diferenciando capacidades neuropsicológicas afectadas y preservadas.
3. Contribución a la determinación de la intensidad o de la fase evolutiva del deterioro cognitivo.
4. Contribución al diagnóstico sindrómico y etiológico del deterioro.
5. Contribución a la determinación del pronóstico cuando sea posible.
6. Contribución a la planificación de una intervención médico/terapéutica y/o rehabilitadora individualizada, de cara a optimizar la mayor independencia y calidad de vida del paciente con disfunción cerebral.
7. Contribución a la evaluación de la eficacia de los tratamientos e intervenciones con fines terapéuticos (fármacos, rehabilitación, etc).
8. Contribución a la evaluación de cambios evolutivos en el estado cognitivo de un sujeto debidos a la propia enfermedad o trastorno.
9. Investigación, fundamentalmente clínica, con contrastación y /o verificación de hipótesis entre las relaciones conducta y cerebro.
ELECCIÓN DE MÉTODOS y TÉCNICAS
Los métodos y técnicas empleadas para la exploración neuropsicológica están influenciados por los siguientes factores:
1. Objetivos del evaluador (Ej: contexto clínico, investigación…).
2. Tiempo disponible.
3. La sospecha diagnóstica o entidad clínica a estudio (TCE, PD, alzhéimer…).
4. El estado del paciente.
5. Test o pruebas disponibles.
6. Disposición de datos psicométricos y normativos sobre las pruebas disponibles.
7. Preferencia y/o familiaridad del evaluador con los mismos.
INSTRUMENTOS DE EVALUACIÓN
A continuación se presenta un cuadro con alguno de los instrumentos de evaluación a nivel cognitivo y afectivoconductual más utilizados en las demencias (tanto en enfermo como en cuidador) y en especial en la tipo alzhéimer.
GDS | Escala de Deterioro Global | Global | Clasificar a los usuarios dentro de siete estadios según sus capacidades y déficits cognitivos y funcionales. |
MEC | Mini Examen Cognoscitivo | Cognitiva | Realiza un cribado de déficit cognitivo |
CDT | Test del Reloj | Cognitiva | Valorar el estado cognitivo del sujeto |
SPMSQ | Cuestionario de Pfeiffer | Cognitiva | Valorar deterioro cognitivo y determinación de su grado |
CAM-COG | Subtest del CAMDEX-R prueba de exploración Cambridge, revisada para la valoración de los trastornos mentales en la vejez | Cognitiva | Describir el perfil neuropsicológico más detallado y específico sobre las capacidades cognitivas del sujeto y contribuir al diagnóstico diferencial de los diferentes tipos de demencia. |
NPI | Inventario neuropsiquíatrico | Conductual | Valorar trastornos conductuales |
GDS | Escala de Yesavage de depresión geriátrica | Emocional | Realizar cribado entre ausencia o presencia de depresión |
ADRQL | Calidad de vida en la enfermedad de Alzheimer | Calidad de vida | Evaluar distintos aspectos que familiares y profesionales del ámbito de la demencia consideran importantes en lo que se refiere a la calidad de vida de las personas con demencia |
Escala de sobrecarga del cuidador de Zarit | Evalúa el nivel de sobrecarga de la persona cuidadora |
Fuente: Guía práctica para profesionales que trabajan con enfermos de Alzheimer. Fundación Reina Sofía.