Artrosis: Factores de riesgo
La artrosis es la forma más común de artritis y afecta a millones de personas en todo el mundo. Se produce cuando el cartílago protector que amortigua los extremos de los huesos se desgasta con el tiempo.
Aunque la causa última de la artrosis es desconocida, existen una serie de factores que se relacionan de manera directa con el deterioro progresivo de la articulación.
Factores de riesgo no modificables
• Edad. Constituye el principal factor de riesgo, pero debe considerarse que la edad avanzada no es sinónimo de artrosis.
• Sexo. Hasta los 50 años no hay diferencias, pero a partir de dicha edad, la prevalencia aumenta en la mujer. Con respecto a las localizaciones, la afectación de manos y rodillas es mayor en las mujeres, y la de caderas en hombres.
• Genética. Algunos estudios han podido determinar genes y polimorfismos genéticos implicados en la susceptibilidad y pronóstico de la artrosis. La artrosis de cadera y rodilla tienen cierta predisposición familiar.
• Raza. Menor prevalencia en raza negra y esquimales.
• Clima. Faltan evidencias para considerar al clima como factor de riesgo de artrosis, aunque algunas referencias hablan de mayor incidencia en climas húmedos.
• Menopausia. La prevalencia de artrosis, sobretodo en rodillas, aumenta claramente en la mujer tras la menopausia, posiblemente debido a la privación de estrógenos.
Factores de riesgo modificables
• Obesidad. Se asocia claramente con la localización en rodilla. Existen al menos tres teorías para explicarla: a) el sobrepeso aumenta la presión realizada sobre una articulación y esto puede inducir la rotura del cartílago; b) la obesidad actúa indirectamente induciendo cambios metabólicos tales como intolerancia a la glucosa, hiperlipidemia o cambios en la densidad ósea, y c) determinados elementos presentes en dietas hipercalóricas pueden lesionar el cartílago, el hueso y otras estructuras articulares. La hipótesis más aceptada es la primera, aunque esta teoría no explicaría la probable relación entre obesidad y artrosis de manos.
• Actividad laboral y ocupación. Para las rodillas el factor determinante más significativo, fuera de las anomalías anatómicas, es la hiperflexión frecuente en determinadas profesiones como ocurre en albañiles o jardineros.
• Actividad deportiva intensa. El uso desmedido de la articulación, como ocurre en los deportes competitivos, donde existe utilización repetitiva, continuada y forzada conduce con mucha frecuencia al desarrollo de artropatía degenerativa precoz.
• Densidad mineral ósea. Una masa ósea reducida puede incrementar la capacidad ósea de absorción de las vibraciones del hueso yuxtaarticular, y proteger así el cartílago articular. Inversamente, una mayor densidad ósea en la región subcondral puede aumentar la intensidad de las fuerzas que inciden en el cartílago y, de esta forma, predisponer a la artrosis.
• Alteraciones de la alineación articular. Existe una clara incidencia de artrosis (especialmente en rodillas) si existe una anómala distribución de las cargas en las regiones articulares como ocurre en las alteraciones del eje de la pierna como genu varo, valgo, recurvatum, coxa vara o valga.
• Traumatismos previos y cirugía. Las lesiones previas articulares como fracturas o lesiones de partes blandas y la cirugía previa como meniscectomía podrían aumentar el riesgo de artrosis.
• Enfermedades asociadas. Son fundamentalmente de tipo endocrino y metabólico, diabetes, acromegalia, hipotiroidismo, hiperparatiroidismo y hemocromatosis, entre otras.
Fuente: Guía práctica para el tratamiento en atención primaria de la artrosis en pacientes con comorbilidad. Sociedad española de médicos generales y de familia. Sociedad de médicos de atención primaria.